Cómo y cuándo se debe realizar una prueba de audición a un niño depende de varios factores, entre los que se incluyen la predisposición genética para padecer una discapacidad auditiva y la exposición del niño a ciertos factores de riesgo.
Algunas pruebas auditivas pueden utilizarse con niños de todas las edades, mientras que otras se emplean dependiendo de la edad del niño y el nivel de comprensión.
Pruebas de audición para recién nacidos |
Realizar pruebas de audición a recién nacidos antes de que abandonen el hospital o la maternidad es una práctica cada vez más común. Es importante que la pérdida de audición del niño se diagnostique antes de los tres meses de edad. Un bebé con pérdida de audición de nacimiento debería empezar el tratamiento antes de los 6 meses, ya que es una edad clave para el desarrollo del habla y del lenguaje. Los niños cuya pérdida de audición se identifica y se trata de forma temprana suelen alcanzar el mismo nivel de desarrollo que sus compañeros en el momento de empezar la escuela. Existen fundamentalmente dos pruebas de audición para los recién nacidos. Ambas pruebas son indoloras, duran pocos minutos, y se realizan mejor cuando el bebé está dormido. |
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Un bebé que no supera las pruebas de audición deberá ser examinado de nuevo para confirmar el resultado y deberá ser evaluado de forma exhaustiva por un audiólogo. |
Pruebas de audición para niños de 7 meses a 2 años |
Además de las pruebas mencionadas anteriormente, una prueba de audición en niños puede consistir en: |
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Si el niño no supera las pruebas es necesario remitirle a un audiólogo para que lo examine en profundidad. |
Prueba de audición para niños de 2 a 3 años |
Para examinar la audición de niños de 2 a 3 años se pueden utilizar los siguientes métodos: |
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Si el niño no supera la prueba auditiva se le debe remitir a un audiólogo para una evaluación exhaustiva. |
Prueba de audición en niños mayores |
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El niño que no supera esta prueba de audición debe ser examinado por el audiólogo. |